Volvamos a Empezar (Tango 1953) Oscar Larroca con la Orquesta de Alfredo de Angelis

Details
Title | Volvamos a Empezar (Tango 1953) Oscar Larroca con la Orquesta de Alfredo de Angelis |
Author | LA MILONGUITA PEREIRA |
Duration | 2:58 |
File Format | MP3 / MP4 |
Original URL | https://youtube.com/watch?v=-qy1qzJWPq4 |
Description
Oscar Antonio Moretta fue un cantante de tango (Buenos Aires, Argentina. 5 de julio de 1922 - 26 de agosto de 1976). Conocido en el mundo artístico como Oscar Larroca.
En junio de 1945, grabó su primer tema para el sello RCA Victor. Se trata de “Voz de barrio”, interpretado a dúo con Carlos Vidal. Casi tres años va a estar Larroca con Domingo Federico. Dos temas merecen destacarse de este período: “Un tal Medina” y “Te espero en Rodríguez Peña”. En 1948, lo encontramos en radio Belgrano con la orquesta de Osvaldo Manzi. Su compañero de canto es un clásico del género: Roberto Ray. Al año siguiente, se suma a la orquesta de Roberto Caló.
En 1951 se produce su ingreso a la orquesta de Alfredo de Ángelis, el mítico “Colorado de Banfield”. Se dice que cuando Martel abandona la orquesta, todos estuvieron muy afligidos porque no era fácil reemplazar a un cantor de esos kilates. La solución salvadora la trajo el violinista Víctor Braña. La leyenda cuenta que De Ángelis quedó encantado con el muchacho que aún no había cumplido treinta años. A su voz y su talento, le sumaba una pinta ganadora, atributo que Larroca lo ostentaba con discreción y eficacia.
La dupla Larroca-Dante fue uno de los momentos felices del tango en la década del cincuenta. La pareja de cantores debuta en el Glostora Tango Club en abril de 1951 y el 23 de octubre graba “Almagro”, el poema de Vicente San Lorenzo, un tango que para Larroca era algo así como un homenaje íntimo a su barrio de pibe. Recomiendo disfrutar de esa grabación, como recomiendo temas como “Llevátelo todo”, “Volvamos a empezar” o “Entrá nomás”.
En 1957, Carlos Dante se retira de la orquesta de De Ángelis y pocos meses después lo hace Larroca. Como dice el poema: “Ninguna escena ningún llanto/ simplemente fue un adiós/ inteligente de los dos”. El dúo Dante-Larroca animará las sesiones nocturnas de “La querencia de Avenida de Mayo”, “Tango bar”, “La armonía” y el famoso “Maipú Pigall”, ubicado precisamente en Maipú al 370. Al dúo da gusto escucharlo, pero los más objetivos extrañan a la orquesta de De Ángelis.
A las presentaciones en Buenos Aires, se suman las giras por las provincias y países vecinos como Chile y Uruguay. En 1960, Larroca está en Medellín invitado por las autoridades para rendirle un homenaje a Carlos Gardel con motivo de los veinticinco años de su muerte. Para más de un tanguero, se trata del cantor indicado para honrar al Morocho del Abasto. En Colombia, debuta en la famosa radio Antioquía de la Cadena Caracol, dirigida por Joaquín Mauricio Mora. Colombia será un país importante en su biografía de artista. Allí, el tango cuenta con una amplia platea que sabe disfrutar de la buena música.
Como muchos cantores de su tiempo, Larroca comprende que para principios de los años sesenta, el tango no es lo que más se escucha en Buenos Aires. Para bien o para mal, los fenómenos del momento que subyugan a la juventud son “El Club del Clan”, la saga de discos titulados “Explosivos” y todo el frenesí que derrama la llamada “nueva ola” con Palito Ortega, Johny Tedesco, Lalo Fransen, Jolly Land, Violeta Rivas, Leo Dan y Billy Cafaro.
América Latina entonces -y en algunos casos, Europa y Estados Unidos- será el destino de muchos cantores, entre los que se destaca Oscar Larroca, quien para mediados de los sesenta, por ejemplo, es el cantor de la orquesta de tango dirigida por el maestro Juan Carlos Bera. Las giras por el continente se alternan con presentaciones locales. El tango en los sesenta está en crisis, pero los grandes cantores mantienen una platea leal. Para esos años, a Larroca es posible verlo en los “Sábados Circulares” de Pipo Mancera, en el programa “Grandes valores del Tango”, acompañado de músicos de la talla de Miguel Nijhenson y Jorge Dragone.
Larroca anda por los cincuenta años y su voz se mantiene intacta, un privilegio del que no todos sus colegas se pueden jactar. Sin embargo, no va a ser la voz lo que lo va a traicionar, sino el corazón. El hombre muere el 26 de agosto de 1976 con cincuenta y cuatro años recién cumplidos.